Javier Yuste
En una actividad innovadora que fomenta la colaboración entre niveles y disciplinas, los alumnos de 2º de Bachillerato han preparado un taller interactivo para sus compañeros de 1º de ESO, en el que han explorado juntos el fascinante mundo de las curvas cónicas mediante metodologías ágiles y técnicas de aprendizaje activo. Los profesores que han colaborado en la actividad han sido Felicia Riaza desde Dibujo Técnico y Javier Yuste desde Matemáticas.
El taller incluyó actividades diseñadas y adaptadas para un público más joven, lo cual desafió a los estudiantes de 2º de Bachillerato a transmitir sus conocimientos de manera clara y atractiva. Esta experiencia permitió aplicar conceptos matemáticos como la elipse, la parábola y la hipérbola, y también trabajar habilidades fundamentales como la expresión oral ante una audiencia y la adaptación de propuestas al público objetivo.
Los estudiantes de ambos niveles participaron activamente en cada una de las tres actividades. Primero, los alumnos más jóvenes construyeron una elipse utilizando el «método del jardinero», un método manipulativo para visualizar las propiedades geométricas de la curva.
A continuación, exploraron las aplicaciones prácticas de la parábola en tecnología, como las antenas parabólicas y los reflectores de luz, observando mediante experimentos cómo los rayos reflejados en una parábola se dirigen en paralelo. Además, experimentaron con punteros láser para ver cómo la luz se refleja en las elipses, relacionando la geometría con aplicaciones arquitectónicas como el diseño acústico.
La última actividad incluyó el uso de GeoGebra para simular digitalmente las curvas cónicas, combinando así el aprendizaje práctico con las nuevas tecnologías.
Esta actividad ayuda a desarrollar en los alumnos las competencias STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), fortalece la cooperación entre cursos y abre la clase a experiencias poco frecuentes pero esenciales, como presentar en público y adaptar la comunicación a la audiencia. Tanto los alumnos de 1º de ESO como los de 2º de Bachillerato han experimentado el valor de las metodologías activas e interdisciplinarias para aprender de una manera visual y significativa, conectando la teoría con aplicaciones prácticas de su entorno.
